Resolver Ecuaciones: (x - 5) * 3 = 18

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¡Qué onda, matemáticos y matemátas! Hoy nos sumergimos en el fascinante mundo de las ecuaciones para desentrañar un problema que seguro les va a volar la cabeza. Vamos a desmenuzar el siguiente planteamiento: "El triple de la resta de un número desconocido y 5 da por resultado 18." Suena un poco enredado, ¿verdad? Pero tranquilos, que para eso estamos aquí. Vamos a convertir este trabalenguas matemático en una ecuación clara y concisa, y luego, paso a paso, encontraremos ese número misterioso. Prepárense, porque esto se va a poner bueno y lo haremos de una forma súper amena, como si estuviéramos echando un cafecito y resolviendo acertijos. Al final, van a ver que las matemáticas no son tan feroces como parecen y que, con un poco de lógica y práctica, ¡son pan comido!

Desglosando el Problema: ¡A Traducir se Ha Dicho!

Para empezar con buen pie, lo primero es traducir ese enunciado verbal a un lenguaje matemático que todos podamos entender. Piensen en esto como si estuviéramos aprendiendo un nuevo idioma, el de las ecuaciones. Tenemos varias partes clave en nuestra frase: "El triple de...", "la resta de un número desconocido y 5", y "da por resultado 18." Cada una de estas partes tiene un significado matemático muy específico. Cuando hablamos de "un número desconocido", en matemáticas solemos representarlo con una letra. La más común es la 'x', pero pueden usar cualquier otra letra que les guste, como 'y', 'a', 'n', lo que sea. ¡Es su número misterioso, así que pónganle el nombre que quieran! Ahora, "la resta de un número desconocido y 5" se traduce directamente a x - 5. Aquí es importante el orden; si fuera "la resta de 5 y un número desconocido", sería 5 - x. Pero como dice "de un número desconocido y 5", ponemos primero la 'x'. Luego viene "el triple de...". El triple significa multiplicar por tres. Entonces, el triple de (x - 5) se escribe como 3 * (x - 5). Los paréntesis son súper importantes aquí, porque queremos que se multiplique por tres toda la resta, no solo la 'x' o el '5' por separado. Finalmente, "da por resultado 18" significa que lo que acabamos de construir es igual a 18. Así que, juntando todo, nuestra ecuación queda de la siguiente forma: 3 * (x - 5) = 18. ¡Felicidades, muchachos! Ya tienen la ecuación lista para ser resuelta. Este es el primer gran paso, y créanme, a veces es el más complicado. Pero como ven, con un poco de atención a los detalles, ¡se logra! Ahora que tenemos nuestra ecuación bien planteada, viene la parte divertida: ¡resolverla!

Resolviendo la Ecuación: ¡A Mover los Huesos Matemáticos!

Ya que tenemos nuestra ecuación bien bonita: 3 * (x - 5) = 18, es hora de poner manos a la obra para encontrar el valor de nuestra 'x' desconocida. El objetivo aquí es aislar la 'x' en un lado de la ecuación, para saber a qué es igual. Piensen en esto como si estuviéramos quitando capas de una cebolla, una operación a la vez. Primero, para deshacernos del '3' que está multiplicando a todo el paréntesis, vamos a hacer la operación inversa: dividir. Dividimos ambos lados de la ecuación por 3. Esto es clave: lo que le haces a un lado de la ecuación, se lo tienes que hacer al otro para mantener el balance. Entonces, tenemos (3 * (x - 5)) / 3 = 18 / 3. En el lado izquierdo, el '3' de arriba y el '3' de abajo se cancelan, dejándonos solo con (x - 5). En el lado derecho, 18 / 3 es igual a 6. Así que nuestra ecuación ahora se ve mucho más simple: x - 5 = 6. ¡Ya casi llegamos! Ahora tenemos que deshacernos de ese '-5' que está restando a la 'x'. La operación inversa de restar 5 es sumar 5. Así que, volvemos a hacer lo mismo en ambos lados de la ecuación: (x - 5) + 5 = 6 + 5. En el lado izquierdo, -5 + 5 se cancelan, dejándonos solo con la 'x'. En el lado derecho, 6 + 5 es igual a 11. ¡Y voilà! Hemos llegado a la solución: x = 11. ¡Lo logramos, equipo! Han resuelto una ecuación que parecía un trabalenguas. Ahora, como buenos detectives matemáticos, vamos a verificar nuestra respuesta para asegurarnos de que todo esté en orden.

Verificando la Solución: ¡El Momento de la Verdad!

No hay nada más satisfactorio en matemáticas que verificar que nuestra respuesta es correcta. Es como ponerle la cereza al pastel. Para hacer esto, vamos a tomar el valor que encontramos para 'x', que es 11, y lo vamos a sustituir de nuevo en nuestra ecuación original: 3 * (x - 5) = 18. Donde veamos una 'x', ponemos un '11'. Así que la ecuación se convierte en: 3 * (11 - 5) = 18. Ahora, seguimos el orden de las operaciones. Primero resolvemos lo que está dentro del paréntesis: 11 - 5 = 6. Nuestra ecuación ahora es: 3 * 6 = 18. Y finalmente, realizamos la multiplicación: 3 * 6 = 18. ¡Y tachán! El lado izquierdo de la ecuación (18) es igual al lado derecho (18). Esto significa que nuestra solución x = 11 es absolutamente correcta. ¡Bien hecho, cracks! Cada vez que resuelvan una ecuación, tómense este paso de verificación. Les dará muchísima confianza en sus resultados y les ayudará a pillar cualquier error que hayan podido cometer por el camino. Las matemáticas son un camino de práctica y confirmación, y cada paso que damos nos hace más fuertes en esta disciplina. Así que, la próxima vez que se encuentren con un problema así, ya saben cómo abordarlo: traducir, resolver y verificar. ¡Son imparables!

¿Y si lo planteamos de otra forma? ¡Explorando Alternativas!

Claro que sí, mi gente. A veces, hay más de una manera de llegar al mismo resultado, ¡y eso es lo genial de las matemáticas! En lugar de empezar dividiendo por 3, podríamos haber decidido distribuir el 3 primero. Recuerden, el 3 está multiplicando a todo lo que hay dentro del paréntesis (x - 5). Así que, aplicando la propiedad distributiva, multiplicamos el 3 por la 'x' y el 3 por el '-5'. Esto nos daría: 3 * x - 3 * 5 = 18, que simplificado es 3x - 15 = 18. Ahora, el juego es el mismo: aislar la 'x'. Primero, nos deshacemos del '-15' sumando 15 a ambos lados de la ecuación: 3x - 15 + 15 = 18 + 15. Esto nos deja con 3x = 33. ¡Ya huele a victoria! Para dejar la 'x' sola, dividimos ambos lados por 3: 3x / 3 = 33 / 3. Y como pueden ver, ¡obtenemos el mismo resultado de siempre!: x = 11. ¿Ven qué chido? Llegamos al mismo destino por un camino diferente. Esto demuestra que entender las propiedades de las operaciones y las ecuaciones nos da flexibilidad para resolver problemas. No hay una única forma correcta de hacer las cosas, lo importante es que el proceso sea lógico y el resultado sea el correcto. Así que, ya sea que prefieran dividir primero o distribuir, ambas estrategias son válidas y nos llevan al éxito. Lo importante es practicar y encontrar el método con el que se sientan más cómodos y seguros. ¡Sigan explorando y divirtiéndose con las matemáticas!

Conclusión: ¡El Misterio Desvelado!

Y así, queridos amigos de las matemáticas, hemos llegado al final de nuestra aventura resolviendo la ecuación 3 * (x - 5) = 18. Hemos aprendido a traducir un problema planteado en palabras a una expresión matemática clara y concisa, hemos aplicado las operaciones inversas para despejar la variable desconocida 'x', y lo más importante, hemos verificado nuestra solución para asegurarnos de que es correcta. Descubrimos que el número desconocido es 11. Además, exploramos una ruta alternativa para resolver la misma ecuación, lo que nos enseña que en matemáticas existen múltiples caminos para llegar a la misma respuesta correcta, siempre y cuando se apliquen las reglas lógicas de manera adecuada. Este tipo de ejercicios son fundamentales para desarrollar nuestro pensamiento lógico y nuestra capacidad de resolución de problemas, habilidades que no solo nos sirven en el ámbito académico, sino en muchísimas situaciones de la vida cotidiana. No subestimen el poder de dominar estas herramientas. Así que, la próxima vez que se encuentren con un enunciado como este, ¡ya saben qué hacer! No teman a los números, abrázenlos y verán qué fascinante puede ser el mundo de las matemáticas. ¡Sigan practicando, sigan preguntando y nunca dejen de explorar! ¡Hasta la próxima, matemáticos intrépidos!